HAMLET
Dirección: Helena Pimenta
Versión y Dirección: Miguel del Arco
Teatro de la Comedia
Esta obra no puede tener otro mejor calificativo… A L U C I
N A N T E!
Una historia de deslealtad, culpa, arrepentimiento, lujuria…
Una reflexión sobre la fragilidad del ser humano y la efimeridad de la vida.
Una coproducción de la CTNC y Kamikaze Producciones, tan
estupendamente bien hecha que logran embaucar al público durante 2h y 45 min,
sin que resulte mínimamente pesado, algo realmente difícil. La mejor manera de
ver un clásico para gente joven.
Podría afirmar sin ningún reparo, que todos los asistentes
hemos vivido la obra intensamente en cada minuto.
Desde la maravillosa escenografía, que te hace adentrar a la
perfección en el mundo de los sueños. Todos los recursos utilizados como el
movimiento de cortinas, el juego de luces o las proyecciones, recrean un
espacio mental con el que se logra comprender mejor los pensamientos y las
miserias de Hamlet. Los cambios muy ágiles y realmente originales; es de
admirar la imaginación que le han echado a la hora de la construcción del
espacio, pues te sorprenden en numerosas ocasiones haciéndote la obra aún más
amena e interesante.
Y qué hablar de la actuación… A cualquiera que estuviese
mínimamente interesado en la interpretación, le recomendaría que viese la obra
porque el actor Israel Elejalde (Hamlet) nos da una gran lección interpretativa.
No ha tirado ninguna frase por la borda, sino que ha exprimido cada uno de los
versos de Shakespeare, manifestando su complicado contenido y tan habitual en
el día de hoy. Hamlet nos ha transmitido toda su lucha interna, y personalmente
he llegado a sentir su miseria desde el minuto uno de la obra, algo que quizás
haya ayudado la fisonomía del propio actor, porque visualmente se podía
apreciar cómo su cuerpo desprendía cada suspiro ahogado y que cada sentimiento
efectivamente provenía de su corriente interna; algo que nunca antes había
visto tan explícitamente. Y tal vez haya influido el que me encontrase en
primera fila, sintiendo la mirada fija del actor en mis ojos; pero la actuación
me ha parecido escalofriante y evolución del personaje no ha podido ser hecha
de mejor manera.
El resto de actores también han sido buenos, destacaría la
difícil labor de Jorge Kent, que llevaba 4 personajes a lo largo de la obra:
Reinaldo, Horacio (muy adecuado, manteniéndose como personaje base),
Guildenstern y Enterrador (con quien no he podido reírme más). Se nota que ha
trabajado cada uno de ellos, pudiendo defender los diferentes registros que
requieren.
Sin embargo, la interpretación de Laertes/Fortimbrás me ha
parecido muy forzada, sacando un drama postizo que comparándolo con el resto de
actuaciones, a mí me ha molestado.
Pienso que el tema del vestuario podría haberse mejorado,
porque ha habido prendas bastante horteras; aunque cuando se ha empleado el
vestido tan chocarrero, con toque incluso rockero, que llevaba Ofelia tras la
muerte de su padre, a pesar de resultarme en un principio chocante, me ha
gustado mucho porque representaba de la mejor manera la locura de Ofelia.
Felicito la adaptación que se ha hecho del clásico. Ha
guardado toda su esencia incluyendo pinceladas modernas. El texto contenía
toques cómicos muy buenos con ironía punzante que más de una vez ha producido
carcajadas en los momentos de más drama. Las burlas muy ingeniosas y agudas,
algo que realmente me ha gustado porque no se ha recurrido a las típicas bromas
fáciles para hacer comedia.
Ha sido una obra muy completa, que invita a la reflexión. Es
una maravilla escuchar Hamlet en cualquier época y nunca quedará obsoleto
porque te transportará a los problemas actuales: corrupción, los intereses, la
hipocresía, la tristeza del hombre… Con Hamlet queda reflejado lo que siente el
hombre harto de la superficialidad de la sociedad, algo que permanece
independientemente del tiempo.
No es de las típicas obras que te entretiene y ya, sino que
tiene un efecto permanente. Es más, te anima a volver a coger la obra shakespeariana
y desentrañarla, ya que con esta producción se descubren nuevos rasgos de la
misma de los que no me había percatado antes. Además de para rodearte de nuevo
de esa belleza del lenguaje…
Grande Shakespeare!
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